Historias de transformación
“Jamás pensamos que íbamos a tener un costurero donde poder trabajar todas juntas.”
— Adela, integrante del taller de costura La Unión, Santiago del Estero.
“Hicimos 7.500 adobes para tener nuestra casa. Y ahora podemos ayudar a otros.”
— Fernanda y Julio, Manga Bajada, Santiago del Estero.
“Gracias al programa de alfabetización mi hija aprendió a leer y escribir.”
— Susana, mamá de Wendy (11), participante del programa en Piruaj Bajo, Santiago del Estero.
“Estoy muy contenta porque mi hijo ya no tiene que tomar agua contaminada.”
— Benigna, de Bandeadero, Santiago del Estero.
“Ser ceramista es mi orgullo.”
— Suny, integrante del taller de cerámica Manos del Monte, Piruaj Bajo, Santiago del Estero.
